
Nos gusta planificar, estudiar y reorganizar las posibilidades que las casas nos ofrecen. Y nos encanta cuando conseguimos ampliar en lo posible los metros cuadrados inutilizados para crear nuevos espacios. Es lo que sucedió en este piso de 100 m2 del barrio de Amara de San Sebastián, cuya rehabilitación giró en torno a multiplicar el espacio y el confort dentro de las estancias.
Esta casa contaba con solo dos habitaciones interiores, un aseo y un baño, pero distribuidos de forma que se perdía un espacio muy útil. ¿Qué hicimos? Aprovechar una parte importante de sus metros cuadrados para generar nuevos espacios dentro de la vivienda. Así conseguimos una tercera habitación y dos baños de mayor amplitud.
También proyectamos una apertura de hueco entre salón y cocina a través de una amplia cristalera con la que se comunican ambos espacios y ganamos en luminosidad y profundidad. En el comedor colocamos un mosaico con azulejos de Patricia Urquiola para romper la homogeneidad del suelo de tarima flotante y darle un toque acogedor.
Y mantuvimos una zona abierta de terraza junto al comedor y la cocina para una cena en las noches de verano o un buen desayuno de domingo al sol.
El resultado es una casa luminosa y funcional a partes iguales. Porque las cosas buenas no hay que perderlas nunca.