
Eso es lo que quería la pareja propietaria de esta vivienda de la calle General Jauregi de la Parte Vieja de San Sebastián: detalles simples, decisiones sencillas y funcionales que adaptaran la vivienda tanto a su concepto de la vida como a su modo de funcionar.
La reforma integral de este piso de 65 m2 ha comenzado por reducir los ámbitos a la mínima expresión en busca de luminosidad y amplitud. Para ello se han abierto tres vanos principales.
Al expandir el espacio entre el hall y el salón del piso hemos conservado un pilar central en madera vista. Esta decisión funciona en el doble sentido de aportar un toque de elegancia a esta separación y abrigar la estancia con el material noble original del pilar.
En la división del salón con la cocina se ha optado por una vidriera diáfana de estilo industrial. Al ser corredera, no resta espacio cuando se usa. Para separar la habitación del salón nos hemos decantado por un panel corredero de suelo a techo que, en caso de permanecer abierto, multiplica la sensación de amplitud.
La tarima de elondo original también se ha conservado con el objetivo de preservar la calidez que proporcionan los materiales nobles. Siguiendo esta línea, los suelos del baño y la cocina son de baldosa en imitación a hormigón. La cocina cuenta con una despensa en formica y una encimera con muebles de nogal. Dos modalidades de azulejos tipo ladrillo han sido los elegidos para cocina y baño.
En general, la distribución, los materiales y la decoración de esta vivienda constituyen un ejemplo modélico de la calidez que se puede obtener en una rehabilitación a partir de lo sencillo.