
El ejemplo perfecto para explicar qué es eso del coaching inmobiliario. Aquí hicimos uno integral, acompañando al cliente desde el principio hasta el final, hasta conseguir lo que llevaba cuatro años esperando conseguir.
¿Y qué era eso tan difícil de conseguir? Un piso amplio en San Sebastián para dividirlo en dos: una parte sería la vivienda del cliente, y la otra, su propia consulta.
Primero localizamos el inmueble, uno muy chulo de 310m2, y nos fuimos a Madrid a negociar, en nombre del cliente, su precio de compra. Conseguimos una rebaja de más del 30%. Casi nada. Después le ayudamos a vender su consulta y su casa.
La casa, de 310 m2, se caía a trozos, y tuvimos que hacer una reforma integral. Se dividió en dos partes, de los cuales se dedicaron 75 m2 a la consulta, en la que nos empleamos a fondo. ¿Qué destacaríamos de todo lo que hicimos? Los acabados similares en suelo, paredes y techos, la calefacción por suelo radiante, las puertas correderas de grandes dimensiones y las curiosas combinaciones del suelo de la cocina que realizamos con baldosa hidráulica.
Conseguimos un espacio superagradable. El cliente se quedó muy satisfecho, a gusto, feliz de la vida, que es el objetivo final del coaching inmobiliario. Y nosotros, claro, pues también.
Proyecto en colaboración con el Estudio dCORTA.