¡No es sólo fachada!
La fachada es un concepto con bastante mala fama. Es sólo fachada, se dice cuando algo o alguien es superficial, aparente, vacío. Sin embargo, en muchas ocasiones la fachada de las cosas requiere también mucho trabajo y dedicación, tanto como el propio interior.
En una obra hay trabajos que quedan muy a la vista y hay otros que quedan soterrados, bajo la superficie, en un plano inferior. La rehabilitación de una fachada, por ejemplo, reúne ambos tipos de trabajos, los visibles y los invisibles, y la calidad final de la obra depende tanto de unos como de otros. De hecho, ahí está precisamente la diferencia entre un trabajo excelente y otro mediocre.
En la Parte Vieja de San Sebastián realizamos una reforma de fachada que refleja muy bien todo esta labor exterior e interior. Hicimos un picado del revestimiento, que estaba muy deteriorado. Aplicamos un nuevo revestimiento con base de cal para que fuera compatible con la mampostería de la fachada. Sustituimos los miradores antiguos de madera por nuevos de PVC, siguiendo la línea y colores establecidos en la Parte Vieja de San Sebastián. Y saneamos la planta baja mediante chorreo de agua a presión y abujardado de piedra arenisca.
Y aparte de eso, también tuvimos actuaciones en el patio interior y en la cubierta, como saneado con morteros de reparación, pintado y reparación de humedades.
En definitiva, hicimos un trabajo integral y profundo. Un trabajo que no fue solo fachada.
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