La rehabilitación de la luz.
La luz natural da vida y es fundamental en la rehabilitación de una vivienda. Es uno de los elementos que más confortabilidad y bienestar aportan a una casa, a un edificio, a un local o a una oficina.
Está superdemostrado que la luz mejora el ánimo, aumenta la salud emocional y la claridad mental. Y por supuesto, embellece los espacios y ofrece muchas más posibilidades a la arquitectura de interiores y a la decoración. Sin luz natural, una casa no es una casa, es una cueva.
La luz natural que entra a través de los cristales nos permite ver el paso del tiempo y a nosotros mismos y lo que estamos haciendo. Nos conecta con nuestras verdaderas necesidades. Y esa es, por cierto, la razón por la que los centros comerciales no tienen ventanas.
La luz puede entrar por las ventanas, en horizontal, o por los lucernarios o tragaluces, en vertical. Lógicamente, los lucernarios sufren más las inclemencias meteorológicas, porque son a la vez cristales y techo, y requieren un mantenimiento mayor.
En el donostiarra barrio de Bera Bera nos tocó cambiar las antiguas claraboyas de aluminio con paneles de policarbonato por otras nuevos en aluminio y vidrio. Fue una rehabilitación a través de la luz. Ahora los lucernarios se ven mucho mejor. Y el interior de la casa. Y todo.
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