Hogareña vida social
En ocasiones la expresión “la casa es para vivirla” cobra un significado casi literal. Muchas personas hacen de su vivienda un refugio donde descansar de la acelerada y exigente vida exterior. Llegamos a nuestro piso o apartamento dispuestos a relajarnos de un duro día de trabajo y esperamos hallar el espacio perfecto para nuestra relajación, dispuestos a vivir nuestra verdadera existencia, aquella que se desarrolla al margen de las relaciones laborales y compromisos sociales.
Otras personas, sin embargo, como el propietario de esta casa de la calle Moncada de Bilbao, desean que su casa se convierta en el ámbito ideal donde desarrollar una vida social plena, un lugar en donde todo pueda suceder menos el aburrimiento. Ese es nuestro reto, y en eso hemos de basarnos para encarar esta reforma integral. A estas alturas ya sabes que con un buen trabajo de planificación, una obra minuciosa y las dosis perfectas de interiorismo y decoración, se puede conseguir todo.
El Día de la Independencia
El propietario de esta vivienda de 70 m2 comienza una vida en solitario. Pero eso no significa que su casa haya de estar vacía. Su objetivo es tener la oportunidad de organizar reuniones, cenas, fiestas… Para ello la gente que visite su casa ha de encontrarse a gusto y cómoda, con la sensación natural de que el espacio es amplio y diáfano.
Con ese objetivo hemos diseñado esta rehabilitación, en la cual partimos de la división imaginaria de la estructura de la casa en prácticamente dos mitades simétricas. En una de ellas, la más privada, por así decir, conservamos el baño y dos de los tres dormitorios originales. Además, hemos creado un office destinado a zona de almacenaje y lavado. La otra mitad de la vivienda será la que vamos a denominar “zona pública”.



Sala de reuniones (sociales)
¿Qué se necesita para recibir con éxito a nuestros invitados y que deseen volver tan a menudo como se les invite? Para empezar, un buen anfitrión. Eso se da por supuesto. Pero una vez que hemos logrado atraerlos a nuestra casa, es muy importante que se sientan cómodos. Y para eso nada mejor que una buena dosis de espacio y una distribución armónica.
Hemos planificado un diseño diáfano, en donde los tres pilares de una buena reunión social estén bien comunicados y resulten de fácil acceso: cocina, comedor y salón. Ahora todo está a la vista y a mano, algo completamente imposible con la construcción original, donde un intrincado pasillo separa las estancias a costa de perder luminosidad y sensación de amplitud.
Todo es posible
Hemos sugerido la posibilidad al dueño de la casa de dejar a la vista pilares o vigas a modo de detalles de decoración rústica, y aún hemos de concretar si dejamos la cocina completamente abierta o instalamos una de nuestras famosas vidrieras marca de la casa. Son decisiones que se irán tomando a medida que avancemos en el proyecto. En cuanto comencemos esta reforma podrás seguirla en nuestro perfil de Instagram y así podrás conocer cómo ha quedado finalmente.
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