De los creadores de “La casa de la abuela” ahora llega a sus pantallas el nuevo estreno de la temporada. ¿Recuerdas esta historia? Prometimos detalles, así que aquí estamos dispuestos a contarte cómo termina y cómo le hemos puesto el punto final.

Si algo nos gustó cuando vimos la vivienda y hablamos con su propietario fue el reto de reformarla pero respetando y potenciando su esencia vintage. Fueron palabras expresas de nuestro cliente: “Quiero tener la sensación de entrar en casa de la abuela”. Pues no se hable más.

Obras de restauración

La reforma de esta casa de General Jauregi, una calle en pleno ensanche de la Parte Vieja donostiarra, nos ha hecho plantearnos nuevas formas de trabajo. Acostumbrados como estamos a, en ocasiones, coger el mazo y derribar sin piedad, aquí hemos tenido que seguir una estrategia marcada por la conservación de los materiales originales. El edificio es antiguo, tiene estructura de madera, y altos techos. Hemos querido jugar con un elemento básico como los pilares, creando molduras para que tengan aspecto de pilastra antigua. Pulsa el play para verlo.

Hemos mantenido las puertas y las ventanas originales de la vivienda pero tratándolas para que recuperen su pátina de antaño. Con un soplete se ha quitado el esmalte que tenían. Después de las distintas capas que habían recibido a lo largo de los años fue necesario quemarlas con el soplete para llegar a la madera oscura original y finalmente pintarlas de blanco. También nos hemos ocupado del suelo de toda la casa. Se ha reformado por completo instalando un parquet de roble natural en espiga.

Una cocina que se sale del guión

La única pieza en la que nos hemos permitido romper el molde ha sido la cocina, en donde hemos combinado materiales, en este caso el hierro de la carpintería metálica con la madera. Creamos una distribución modular de diseño exclusivo y a medida: un módulo para los electrodomésticos y otro que alberga el fregadero y la cocina, cuya madera de roble cepillada dota de elegante atrevimiento al mueble, a la par que lo integra naturalmente en el espacio.

¿Y la campana extractora? ¡Nos encanta! Es como si alguien hubiera dibujado un rectángulo en la pared y hubiera tirado de él levantándolo como si fuera de papel. A modo de separador de estancias entre la cocina y el salón hemos colocado una estantería encastrada de suelo a techo.

Estética retro

No se nos han escapado otros detalles funcionales como grifería, pomos o interruptores. Mientras que los grifos, alguna tubería y los mandos de la cocina han sido esmaltados a pistola en color negro, los pomos de cerámica y los interruptores se han elegido en la misma línea estética que el resto de la casa.

Y los detalles decorativos como la ventana nueva que hemos hecho con la vidriera de colores, las lámparas y los pocos muebles de inspiración Mid Century, seleccionados por sus dueños, completan el conjunto de la vivienda.

Ahora, cuando cruzan el umbral, realmente pueden exclamar: ¡Qué bien se vive en casa de la abuela! Y no es para menos porque la hemos rehabilitado con mimo, respetando el encanto de lo antiguo y creando una atmósfera única. No te pierdas el resultado final. Ahora ya solo nos queda escribir una sola palabra más a esta historia, ¿la imaginas? FIN.